En anterior ocasión, hablando de los pedidos que podría hacer la sociedad indignada identificaba tres posibilidades (pedir la dimisión de Rajoy, exigir elecciones anticipadas, reclamar la derogación de los recortes para volver a un imposible 2005, aprender a vivir de otra forma para lanzar un proceso constituyente de socialismo). Veo que incluso personas muy significadas en la izquierda (no dejaré de recordar que en este blog se excluye de esa categoría al PSOE) demandan la dimisión de Rajoy.
Entiendo que Rajoy no se merece el honor de presidir el gobierno de ninguna sociedad, aunque haya sido esa sociedad quien le elevó en medio del engaño. Para simplificar usaré los razonamiento convencionales: que aprobó las elecciones sin programa, que contradice su no programa.
¿Qué ocurriría si tuviera un arrebato de dignidad?.
Según el artículo 101 de la Constitución (el que modificaron Zapatero y Rajoy fue el 135), el mismo Rajoy seguiría como Presidente en funciones. Se iniciaría una ronda de conversaciones en las que el Cazador de Elefantes Mayor del Reino hablaría con las fuerzas políticas para hacer una propuesta de nuevo presidente. Teniendo en cuenta la mayoría absoluta del Congreso de Diputados, no sería una sorpresa que la persona propuesta se llamase Mariano Rajoy Brey, aunque podría llamarse Soraya Sáenz de Santamaría (Madre de Dios, ruega por nosotros).
Existe la posibilidad no muy remota de que sigan por el camino trazado de desendeudar a España a base de trasladar rentas y servicios de las capas populares a bancos y grandes empresas de aquí y de allá. Por lo que no habría mucha ganancia.
¿Y si lo tumbamos una y otra vez?.
Eso sería otra cosa. Si el pueblo tuviese ese poder dimitente, estaríamos hablando quizá de un modelo latinoamericano de rebelión contra el neoliberalismo, como la expulsión de De la Rúa, Rodríguez Saá, Duhalde en Argentina. Hace falta fuerza para eso y para no cesar hasta que no se produzca un cambio de rumbo.
¿Y si pedimos elecciones anticipadas?.
Todavía no se ven alternativas maduras. Es probable que los partidos de la alternancia vuelvan a ocupar los primeros puestos. Más adelante, si fuera necesario, quizá ensayen aquello del pacto a la griega.
¿Qué hacer entonces?.
Seguir en la calle, seguir aprendiendo, seguir desaprendiendo, seguir organizando, seguir evolucionando, … Hacernos sordas hacia los cantos de los sirenos. Acumular energía para descubrir y mantener un rumbo diferente.
Juan L. Pérez
julio 17, 2012
Samuel, creo que olvidas algo…
¿Y si se exije una asamblea constituyente y una auditoría?
Saludos.
Samuel García Arencibia
julio 17, 2012
Hola, Juan L. Sí. Quizá al empezar a escribir tenía más clara esa idea. Por eso el #OtraConstitucion del título, alternativa o adversativa al hashtag #RajoyDimision.
Cris
julio 17, 2012
Lo que pasaría si Rajoy dimitiera en estos momentos, sería que «se haría realidad el sueño de un pueblo» que se está viendo sometido a un sistema injusto impuesto, sin escrúpulos hacia la clase baja y que sólo favorece a una minoría, el problema es que esa minoría tiene en sus manos el poder del país. Otro inconveniente también sería; ¿ en manos de quien quedaría este desastre creado por esos que supuestamente tanto saben y tantas soluciones tienen?.
Samuel García Arencibia
julio 17, 2012
Hola, Cristina.
La verdad es que provocaría un entusiasmo el derribo. El inconveniente es que el poder es como la Hidra de Lerna. Le cortas una cabeza visible, le salen dos. Tiene otra cabeza llamada, con nombres como Soraya, … Un compañero de reflexiones me decía que, en caso de una sociedad revuelta que pudiera hacer dimitir a Rajoy, podría aparecer una cabeza asnal. Se me ocurre que el sistema intenta limpiar el expediente sucio de Rubalcaba, que sería implacable, pero cantando una nana.
Lo importante es crear formas de vida y organizaciones alternativas, en mi opinión. La calle es tierra fértil, aunque allí también puede brotar la cizaña y el cardo.
camino
febrero 3, 2013
Estamos perdidos limita o se quedé