Este principio de siglo desprende confusión, impotencia, resignación, desconfianza, individualismo. Atrás quedó la ilusión colectiva y convencida de vencer las resistencias al progreso comunitario. En sus mejor edad, esa ilusión pretérita fue capaz de echar un pulso a las fuerzas históricas de la quietud de la dominación, conquistando avances con su fuerza ascendente. Ahora las actualizadas fuerzas de la dominación social empujan a la Historia por el callejón oscuro donde son birlados los derechos antaño arañados con sudor y sangre, sin oposición de la ilusión desvaneciéndose. El abandono del cultivo de esa esperanza colectiva dura ya bastante décadas; en el erial que ha quedado después del descuido ya no brotan la utopías que iluminen el camino.
Cuando la debilidad de los impulsores del progreso no puede ni siquiera sostenerlo en el asedio recibido, cuando sólo pueden lastimarse ante el retroceso apisonador, mientras la fuerza del retroceso hace una liquidación acelerada de lo adelantos sociales… Aparecen momentos en los que el núcleo central de los herederos de las ideas de progreso hacen esfuerzos por movilizar a la sociedad contra los atropellos. En la Historia quedarán anotados esos esfuerzos rituales como el testimonio de que hubo una queja social en el momento en el que los trituradores de los derechos sociales pusieron su máquina al máximo rendimiento.
El 29 de marzo fue uno de esos momentos. Por la mañana se vislumbraba la confusión, la impotencia, la resignación, la desconfianza o el individualismo en una huelga no querida por demasiados trabajadores ocupados. Por la tarde, se apuntó masivamente el lamento por la renuncia constante a la protección de los más débiles.
Las últimas dos huelgas generales (2010 y 2012) han sido similares en su desarrollo: seguimiento lejos de la altura idónea en proporción con la gravedad del cambio de paradigma del capitalismo y grandes manifestaciones indicadoras de un descontento social que no encuentra la forma de exigir al sistema una moratoria en el ajuste del sistema mientras pensamos el tipo de sistema que a la comunidad le interesa. Ya no son ni siquiera las huelgas generales de 1988 o de 2002 que conseguían frenar reformas concretas en medio de una remodelación imparable hacia los retrocesos.
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Mi generación, nacida en democracia, recibió un patrimonio de avances y lo disfrutó sin la conciencia de que no eran unos bienes imperecederos, sino un caudal que requería conservación, mantenimiento, reforma y mejora. La sacrificada generación anterior construyó en los setenta una sociedad más libre e igualitaria que la que recibieron, fueron dignos sucesores de quienes fueron derrotados por los militares, la Iglesia, el fascismo en los años treinta. Hubo un relevo defectuoso de la misión de continuar la obra común.
El 15 de mayo o el 29 de marzo pueden ser dos certificados del sollozo, como se consideró antes. Pero también pueden ser dos agitaciones para sacar a la sociedad de su actual marasmo. Habría que contribuir precisamente a que sirvan para esto último.
No se trata por lo tanto de afrontar desde la debilidad el antagonismo hacia el programa retrocesor de los gobiernos del bipartidismo. En la medida en que se pueda, también hay que oponer. Pero lo más importante es el fortalecimiento progresivo de la sociedad crítica y solidaria. La energía de estas fechas, o la del próximo 1 de mayo o la del próximo 12 de mayo, debería servir precisamente para seguir construyendo ilusión, con conciencia, organización y acción. Por eso, habría que huir en la medida que pudiésemos influir de dos riesgos: la dilución de la energía que se ha desatado en un nilihismo que se decepciona y la canalización de esa energía hacia una cambio del partido en el gobierno, pero con programa idéntico.
En esta tarea es necesaria la colaboración de la izquierda tradicional que no ha vendido su alma al capitalismo y la izquierda que nace en las asambleas del movimiento 15M. La tarea de construir el sujeto histórico es inmensa, pero necesaria. Quizá esta generación no sea la más apropiada para hacerlo, pero desde luego tiene el deber de hacer esfuerzos preparatorios o iniciales.
antonio
abril 1, 2012
El post parece reflejar cierto desencanto sobre el escaso avance actual hacía esa ‘sociedad más libre e igualitaria’, que reclamas. Yo observo también ese costoso y lento avance, pero creo que deberías dotarte de una perspectiva evolutiva, (social, e incluso biológica) sobre este tema, para así tomarte esa deseable aspiración con algo más de calma. Yo no soy historiador, ni un científico evolutivo, p.ej., pero lo que observo es lo siguiente. La idea es que si echas un vistazo a la evolución histórica del hombre si se observa un proceso claro e irreversible hacia la igualdad entre los seres humanos. La sociedad es hoy más igualitaria que hace 100/500/5000 etc… años. Y yo creo que será mucho más igualitaria dentro de 25/100/500/5000 años. Para mi ese es el proceso natural social, de origen y fundamentos biológicos, e incluso físicos. Eso si, es muy, muy lento. Desesperadamente lento, sobre todo si te fijas mucho en él. Diversas y recientes agitaciones/pulsiones tales como la Revolución Francesa, La Revolución Comunista, y otras, dieron ‘acelerones’ hace esa igualdad. Y, desde hace algunos años, estamos en una época de retroceso, de freno. Una etapa de freno, posiblemente provocada porque el último acelerón (el ruso) termino mal. Pero el proceso social hacia la igualdad continúa. Incluso el proceso hacia una ‘sociedad común’. Con revoluciones o sin ellas. La causa, en mi opinión, es que la vida, ( y la materia) tiende a asociarse. Y al asociarse, se iguala. Dicho de forma simplificada, esa es la idea. Saludos,
Samuel García Arencibia
abril 1, 2012
Hola, Antonio.
Tu planteamiento es común dentro de la Filosofía de la Historia. La idea de Progreso ha sido común para la Ilustración, para la visión whig de la Historia (“se representa el pasado como una progresión inevitable hacia cada vez más libertad y más ilustración”), el marxismo, … Por lo tanto, tiene mucho sentido lo que expresas. Si embargo, el progreso anterior no parece tanto la materialización de una ley histórica del funcionamiento de la Historia como el logro de las clases dominadas en su lucha contra sus dominadores. Además, estos dos siglos de progreso provocaban dos grandes contradicciones: la ecológica y la dominación de unos pueblos contra otros. Últimamente, se transforma el capitalismo no en el sentido de reducir la tensión ecológica y la reducción de la brecha entre países, sino con el aumento de la desigualdad dentro de las sociedades occidentales.
Ciertamente el análisis de la huelga general no se fija en esos ciclos tan largos sino en ciclos de medio siglo: medio siglo de creación y crecimiento del movimiento obrero, medio siglo de cogestión del sistema, medio siglo de debilitamiento. El futuro dependerá de las fuerzas que alcancen las propuestas críticas, solidarias y ecologistas.
Juan L. Pérez
abril 2, 2012
Los dos tienen razón.
En tres décadas hemos asistido a una aceleración del avance tecnológico, a un aumento de la capacidad de difusión de información, sin precedentes en la historia. Sin embargo, a la par que han evolucionado los medios para difundir tal conocimiento, también se ha perfeccionado de gran manera la capacidad para sesgar y/o manipular tal conocimiento.
Siendo cierto que se ha contribuido a universalizar y liberalizar todo el conocimiento, existe una clara lucha por tergiversar y/o manipular dicha información. Desde el momento en que todo ése conocimiento se difunde sin control, aparecen grupos que pretenden coartarlo, manipularlo, cercenarlo. Cuando tal freno no pudiera tener lugar desde la manipulación de la conciencia colectiva, se procedería a intentar evitar que tal conciencia pudiese tener acceso a los medios que difundirían tal información: Desde leyes contra la difusión de contenidos hasta la obstaculización económica de acceso a dichos medios. La división.
Cierto es el acceso a la información… ¿pero a qué información? Pongamos un ejemplo reciente y bien conocido: Hoy en día resulta que es fenomenal el champú de caballo para el cabello humano. Las investigaciones que miles o decenas de miles de científicos han desarrollado para el tratamiento higiénico del cabello humano no sirven para nada, han tirado el dinero. Eso sí, habrá que tener en cuenta que a los caballos no se les lava una vez al día, si no con menor periodicidad, hagamos todos lo mismo que seguro mejoramos aún más el resultado. ¡Ya Vale! Una falacia bastante llamativa y actual. Una de tantísimas. El desorden.
Para lograr esa unidad hace falta un conocimiento de acceso libre, universal. Pero un conocimiento VERAZ, SOLIDARIO Y ECOLÓGICO. La inquietud de pensamiento conducirá a la decidida acción sólo cuando ése conocimiento se difunda y colectivice de forma clara. La unidad.
Y si alcanzamos la convicción en la certeza y justicia de dicho conocimiento, tal convicción nunca se devaluará. La fuerza.
Un saludo.
Samuel García Arencibia
abril 2, 2012
Hola, Juan L.
La guerra por la consolidación y la quiebra de la hegemonía de las ideas siempre ha estado presente. Ahora, como hacía tiempo no ocurría, ese terreno de la contienda también está muy debilitado. Las radios y los periódicos digitales de la emancipación difícilmente se hacen un hueco en medio de las enormes máquinas de la verdad del capital.
antonio
abril 2, 2012
oK, cierto. La vision a largo plazo que yo planteo, no esta basada en una ley natural que nos lleve de la mano sin hacer nada, o en una supesta ‘mano invisible’ según otros. Esta claro, tal como planteas, que esta basada en una pelea, dia a dia, centimetro a centimetro, de los que pretenden una sociedad más igualitaria contra los que no lo pretenden. No tengo niguna duda sobre eso. Ni nadie con 2 dedos de frente. Además, a poco que se deje de pelear, el retroceso nos introduce, en un instante, en el Feudalismo. Seguro. Hay que pelear. Lo que no quita para no desesperarse en esa pelea. Y la visión a largo plazo ayuda a ello. Estamos hablando, en realidad, de un problema (el del origen de la desigualdad de los hombres, el origen de la desigualdad de las naciones) sobre el que toda la humanidad ha estado ‘trabajando’ desde que existe. Es decir, el asunto no es ninguna broma precisamente.. Saludos,
Samuel García Arencibia
abril 2, 2012
Sumemos nuestras fuerza a la parte de la humanidad que insiste. Saludos.
Jesús
abril 2, 2012
El afán liberador e igualitario no es suficiente para alcanzar los objetivos pretendidos si la crítica se apoya más en la lírica que en los fundamentos que deben inspirarlo con el fin de subvertir el orden establecido. Ya hubo un impulso liberador, igualitario y fraternal que fue estandarte de la revolución burguesa. ¿Deseamos un capitalismo moralizado, virtuoso, popular, dirigido por la clase obrera debidamente (?) representada y todas esas cosas que cantan que «más vale malo conocido que bueno por conocer», o verdaderamente estamos interesados en buscar salida a esta situación? Hasta ahora, salvo en el espíritu positivo del 15-M, con algarabía o con bajona, todas las propuestas apuntan hacia la gestión, responsable por supuesto, de lo existente, como resultado de confundir síntomas y causas.
La lírica, en política, suele estar hermanada con la arenga, y esta languidece cuando se le acaba el poco fuelle que la impulsa.
«Democracia», «progreso», «cambio de paradigma del capitalismo», «exigir al sistema una moratoria en el ajuste del sistema mientras pensamos…», «la izquierda tradicional que no ha vendido su alma al capitalismo», «construir el sujeto histórico». Unos conceptos y unas formulaciones restrictivos de los antagonismos invitan al desvarío y cerramiento de salidas, encontrando su pobre colofón en un derrotismo previsible: «quizá esta generación no sea la más apropiada…». Todo ello hace sistema, es decir, reproduce precisamente aquello de lo que se quiere salir, según se dice.
Nada nuevo, por cierto
Saludos
Samuel García Arencibia
abril 2, 2012
Hola, Jesús.
Es un análisis. Una observación histórica, controvertible con otras. Una descripción pesimista sobre el tiempo presente, en comparación con tiempos pasados. Si quieres, considéralo especulación social o un deseo de ampliar la conciencia.
No puede ser un conjuro, porque no soy mago.
No es derrotismo. Es pesimismo en el conocimiento y optimismo de la responsabilidad. La consciencia de la debilidad no es el abandono de la acción. Sirve precisamente para orientar con mayor realismo la acción de ahora.
Preferiría decir que somos muy fuertes y nos equivocamos al reivindicar tan solo una gestión más social del capitalismo. No hago lo que preferiría porque no siento que sea real. Eso sí: me animo el primero a trabajar para que vaya siendo posible.
Saludos.
antonio
abril 2, 2012
Algo de polemica para recuperar el tono de esa energia social en ‘resaca’ post huelga. De la palabras (y de la lirica) a propuestas concretas. No sirve criticar sin aportar alternativas. La mia: Objetivo: Estado Social fuerte, Socialdemocracia avanzada, desarrollada, variante nórdica. Lo he dicho alguna vez, ningún modelo de economia politica ha conseguido tales cotas de igualdad. Y riqueza al mismo tiempo. Ninguno. Y muchos modelos han arrasado países enteros en el intento. ¿Quien tiene otra alternativa mejor? A ser posible con nombre y apellidos. Medios: Va hacer falta mucha, mucha huelga y movilización popular. Mucho 15-m, o lo que sea. Todo desde abajo. Los habitantes de los percentiles superiores hace tiempo que no les interesa nada la cuestión.
Juan L. Pérez
abril 7, 2012
A las pompas de jabón no les interesa caer al suelo, desaparecen. Pero son sólo éso, pompas de jabón carentes de contenido y fuerza. La fuerza la tenemos en la base y es ésa base la que se trata de descoordinar, desorientar y someter.
Lejos de enarbolar una bandera política, mi alternativa es una alternativa de conciencia social, igualitaria y ecológica. Para la consecución de tal cosa es necesaria la difusión de un conocimiento veraz, la consecución de un cambio de conciencia basado en lo solidario, la transformación del modo de vida a otro modo de vida respetuoso con el entorno.
Las socialdemocracias nórdicas. Una conciencia social diferente. Los países con los índices de corrupción más bajos del planeta. Naciones donde la exposición de un caso de nepotismo genera, a motu propio, una dimisión incuestionable. Naciones donde da lo mismo que sea un amigo o un familiar: si es corrupto, se le denuncia. El alcance de sistemas tales implica un cambio de pensamiento social, y es el pensamiento social de ésas sociedades lo que en verdad instaura el igualitarismo que las caracteriza.
Un saludo.