Destrucción
La representación del PSOE del papel de defensor del Estado del Bienestar es básica en su estrategia de recuperación de los afectos perdidos entre esos cuatro millones de personas que le votaban antes de los recortes y no le han votado después. En este teatrillo, el partido en el Gobierno (es el turno del PP) ejecuta los recortes y las reformas que el paradigma ideológico impone en los tiempos en los que la manta no puede tapar a las oligarquías y a las clases trabajadoras occidentales al mismo tiempo; el partido de la oposición eleva una queja, recibida con esperanza por una sociedad ansiosa de protectores. Aunque la farsa ya no es tan creíble y algún millón de personas abandone la sala en la que se escenifica la pantomima, el mecanismo encantador sigue siendo efectivo para los muchos millones de personas fieles a uno de los títeres y para los varios millones de personas deambulantes entre peperos y pesoístas.
Al principio de esta legislatura el PSOE inició la representación con un tono bajo porque sabía que los millones de personas reconquistables todavía se acordarían de sus tropelías. Ya van subiendo ese tono. Pues la indignación hacia los recortes presentes provoca el olvido de los recortes cercanamente pasados. Pronto encabezarán las manifestaciones para ser más visibles hacia los que quieren el advenimiento de un Gobierno más piadoso.
Quienes han hecho tantas reformas laborales, las dos reformas de las pensiones, quienes empezaron los recortes en dependencia después de presumir más que financiarla, quienes se fueron del Gobierno corriendo con elecciones anticipadas porque sabían que el paradigma compartido con PP/CiU/Coalición Canaria/… imponía ya recortes en sanidad y educación, quienes congelaron la pensiones, quienes reformaron la Constitución para dar prioridad a la deuda, quienes hicieron reformas de impuestos que pone al Estado en una insuficiencia estructural de ingresos causante de déficit, quienes han privatizado tantas empresas y cajas, … ¡RECONSTRUIRÁN el ESTADO DEL BIENESTAR!.
Quienes crean en el Estado del Bienestar no deberían estar muy confiados en este postulante, aunque los medios de convicción son tan eficaces que su pensamiento no vuela más allá de los barrotes de la jaula ideológica (PROHIBIDO PENSAR FUERA DE LOS PARAMETROS PRESCRITOS POR LOS GRANDES MEDIOS DE COMUNICACIÓN, propiedad de quienes orientan a la sociedad por este caminito con vallas a los lados).
Protección
¿Quién puede defender el Estado del Bienestar?. Debería ser la sociedad eligiendo mejor a sus representantes (PP, PSOE y nacionalistas como CiU o Coalición Canaria están descartados; sobre la Izquierda Unida de los muchos Valderas que hay metidos pesa la sospecha), vigilando, protestando, exigiendo, … Una sociedad liberada de actores tradicionalmente reconocidos como defensores de ese Estado del Bienestar, como sindicatos que han mirado más para la creación de una estructura organizativa que en conservar la formación ideológica crítica de ciudadanos y trabajadores, en organizarlos y en plantear una lucha. Su abandono de su función movilizadora, su firma de pactos agresores a los derechos sociales que dice defender, su excesiva condescendencia con el pesoísmo, … rinden cuenta de su actual naturaleza histórica.
En la sociedad hay movimiento social que intenta organizarse alrededor de sí mismo, lejos de siglas denigradas. Dentro del 15M hay por ejemplo una parte que añora ese Estado del Bienestar y lo reivindica contra los destructores, con algunas confusiones. Este sector además puede demandar una profundización democrática, una democracia más participativa, a la manera del referente islandés de capitalismo, que se ha idealizado mucho (su proyecto de Constitución se encuentra en una situación incierta).
Pero también hay un sindicalismo combativo y otro tipo de organizaciones sin los pecados mortales de sus hermanos mayoritarios en esta materia durante sus años de vida. No tienen a su servicio los grandes medios de comunicación ni otros grandes recursos, sólo disponibles para quienes desmoronan pieza a pieza el engendro.
Superación
Sin embargo, antes de este periodo de disminución de la actividad y los derechos sociales y ahora han existido grupos, con larga trayectoria o de constitución reciente, negadores de ese Estado del Bienestar. Algunos grupos fieles al comunismo (como el Partido Comunista de los Pueblos de España, Corriente Roja, Unificación Comunista de España, …) han visto siempre en el Estado del Bienestar una concesión transitoria de derechos del capitalismo a los trabajadores occidentales, conseguidos en un momento de pacto entre un fuerte movimiento obrero y el capital. Su horizonte era similar al de los socialismos y comunismos fuertes de la Segunda Internacional (que llevaba dentro el debate entre socialistas y comunistas). Su objetivo no es la obtención de unas migajas cuando al capitalismo le sobre, sino un derribo del capitalismo, una derrota del capitalismo de las grandes corporaciones y su sometimientos de los pueblos empobrecidos.
Con denodado e incansable esfuerzo han conservado viva esa tradición incluso en los tiempos en los que la mayoría de la clase trabajadora vivía en la mayor de las felicidades consumistas y no prestaba oídos a los planteamiento críticos, calificados de trasnochados. Esta corriente crítica crece en la actualidad, aunque la alienación de las sociedades occidentales impide su extensión a mayores ritmos. De alguna forma, esta corriente tiene que dividir sus esfuerzos en luchar contra la mercantilización de los derechos sociales y en proponer la construcción de poder popular para ir más allá.
Junto a ese enfoque, también en los años de bonanza y ahora se ha mantenido viva una crítica al modo de vida occidental, por ser un modo de vida que esclavizaba al occidental y lo encadenaba a un trabajo asalariado para sostener altos niveles de consumismo; por ser un modo de vida derrochador de recursos (limitados) y excesivamente generador de residuos (contra la atmósfera, el hidrosfera, la litosfera) hasta saturar los sumideros y provocar la crisis ecológica; por aumentar el consumismo occidental sobre el expolio de recursos y la explotación del trabajo de personas invisibilizadas de los países empobrecidos; por consolidar el reparto machista de roles sociales.
En su estrategia se han creado pequeños espacios de vida alternativa, de autogestión: movimientos de agricultura ecológica, de ocupación de viviendas, tierras y aldeas, de escuelas libres, de medios de comunicación comunitarios, de financiación cooperativa, de integración de espacios, de reflexión, … Un mundo paralelo que construye la alternativa y resta fuerzas al mundo convencional.
El paso de un lado al otro difícilmente puede ser un salto, a no ser que el mundo convencional provoque la obsolescencia de la persona en el capitalismo excluyente. Darle alas a la alternativa requiere de una verdadera emancipación psicológica del capitalismo, ya que no se le pide socorro a ninguna entidad (el Estado del Bienestar) para la satisfacción de las necesidades, se asume la responsabilidad colectiva de cubrirlas. Yo me confieso admirador de este planteamiento y muchas veces me examino y no encuentro en mí la madurez para hacer la transición desde el complaciente capitalismo para un occidental acomodado hasta el universo donde hay que partir desde la ilusión y poco más.
El Estado del Bienestar para estas personas adoctrinadas en él puede ser visto como una droga que engancha y produce efectos secundarios. El síndrome de tolerancia se contemplaba cuando en años de vacas gordas todo era poco. El síndrome de abstinencia se observa cuando alguien deja de recibir las rentas de este sistema y se desespera porque no sabe qué será de su vida.
Sin embargo, se podría afirmar (efectos secundarios) que gran parte de la sanidad pública es necesaria porque el modo de vida enferma y la medicina es mercancia; la educación es una programación de los siervos del sistema; las pensiones era una continuación de la dosis; … Todo muy paternal y dependiente de factores incontrolables.
Como ocurre a los comunistas sinceros, las personas que emprendieron la marcha libertaria y los que deseamos acumular la madurez para dar pasos nos preguntamos en esta avalancha de avaricia. La respuesta no es complicada. Si la transición personal muchas veces es lenta, la social requeriría generaciones. Es así que históricamente sea pertinente una alianza de auténticos conservadores del Estado del Bienestar, de comunistas que quieren llegar más allá y de los libertarios que consideran que el tiempo futuro pasa por un decrecimiento, una relocalización y una vida más comunitaria.
gallegorey
diciembre 13, 2012
En su estrategia se han creado pequeños espacios de vida alternativa, de autogestión: movimientos de agricultura ecológica, ocupación de viviendas, tierras y aldeas, de escuelas libres, de medios de comunicación comunitarios, de financiación, de integración de espacios, de reflexión, … Un mundo paralelo que construye la alternativa y resta fuerzas al mundo convencional.
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Es decir Samuel, sin saberlo quizás caminan hacia el liberalismo, y mientras se mantengan en esa senda puede que tengan futuro, pero si su fin es salirse del marco del cuadro para luego regresar al comunismo estarán de vuelta hacia el problema, en mi opinión. Creo firmemente que todo modelo social que cercene la libertad del individuo frente al poder del poder establecido terminará por fracasar tarde o temprano. Aparte que no es lo mismo articular esos modelos en pequeñas comunidades que hacerlo en el conjunto del estado, aunque por algo se empieza.
Samuel García Arencibia
diciembre 13, 2012
Históricamente se llamado anarquismo o socialismo libertario… 🙂
gallegorey
diciembre 13, 2012
No me importa tanto el nombre que se le dé al invento, ya que si nos basamos en la historia tendríamos que decir que estos modelos nunca han funcionado muy bien. Acuérdate de la comuna de Paris y de las propias conclusiones que sobre ella sacó el propio Marx. Lo que yo reitero, es que sea cual sea el modelo, el nombre que se le dé, que eso es lo de menos -aunque hay nombres que asustan- lo importante es que cada individuo se sienta libre en esa sociedad y pueda participar de igual a igual en la toma de decisiones. Acordémonos de la Granja Animal de Orwel, que todo era muy bonito al principio, pero siempre aparecen quienes quieren liderar el movimiento y hacerlo suyo. En fin, mandar sobre los demás y privilegiarse a sí mismos. Te puedo contar sobre un caso reciente en Madrid que terminó como el rosario de la aurora porque al final, como digo, siempre hay grupúsculos que no pueden vivir sin llevar la voz cantante y dirigir al resto, y la gente cuando se plantea estas cosas es para vivir en libertad, no para que las vuelvan a dirigir como a un rebaño.
Samuel García Arencibia
diciembre 13, 2012
Por supuesto, la idea de cuidar la organización de dirigismos hay que mantenerla viva. Los riesgos son muchos y siempre acechan. Igualmente, en las sociedades la esperanza de organización más razonable no cesa. Viendo el rumbo hacia el abismo de la pauta hay que buscar sendas fundadas en otros valores. En los grupos que lo intentan adivino lo mejor de lo humano, incluso si no atinan.
dani...él
diciembre 13, 2012
Me pregunto todavía si los movimientos sociales de verdad existen. De momento solamente he sabido ver agrupaciones de individuos que se reúnen para luchar por unos intereses en común olvidando los de la sociedad entera. Subidos a la tarima política donde hay que gobernar para todos sin excepción es una manera de que empiecen a salir chispas de esos conjuntos tan diversos o que por fin se escuchen hasta llegar a conclusiones sin necesidad de estar forzadas por una casta dominante que ha mandado hasta el momento.
Las etiquetas, definiciones y terminologías podríamos irlas abandonando por una cuestión simple de practicidad. ¿Qué más da si hay que llamarle liberalismo o acracia? Lo importante es exponer realidades alternativas, practicarlas y en la medida de su viabilidad ir haciendo camino o cerrar el chiringuito. Así es como podemos llegar a encontrar el camino del nuevo estado de bienestar. Simplemente encajando piezas a través de una plena comunicación entre los miembros de una comunidad actualmente desmembrada. Aunque no necesariamente llegaremos a meta. También hay que tenerlo claro.
Samuel García Arencibia
diciembre 19, 2012
Estoy muy de acuerdo contigo en que muchos de los grupos miran sólo para el bolsillos propio y no para la salud de la humanidad y el planeta.
A mí sí me gustan las etiquetas para saber moverme, sin rigideces. La ideas son creadas por la sociedad. En la diversidad de ideas las etiquetas ayudan a estudiar, debatir, …
Antonio C.
diciembre 20, 2012
La traición que ha cometido la superestructura izquierda histórica (PSOE,PCE,CCOO,UGT) a sus principios se pergeñó en la sacrosanta Transición con los pactos de la Moncloa y culmina con el segundo mandato de Zapatero a partir del recortazo de mayo de 2010, que fue una rendición incondicional al capitalismo financiero culpable de la Crisis(estafa gigantesca).La reconstrucción de una estructura político-sindical que sustituya estas organizaciones quemadas en en la hoguera del capital es bastante compleja porque la mayoría de las personas de izquierda no nos fiamos por la amarga experiencia .Y,sin embargo es necesario coordinar las luchas que están resurgiendo como respuesta alos recortes-hachazos y buscar un horizonte utópico en el que converger
Ectòrix
diciembre 29, 2012
Interesante artículo, creo que has hecho una enumeración perfecta de esos procesos de destrucción, protección y superación.
Com siempre, no encontramos con un problema: el pensamiento unidimensional y estar atontodos por el sistema y la ficción de la política. Hoy leía que Rubalcaba dice que el «problema no es la herencia, es la derecha». ¡Y tiene razón! Pero muchos no tienen suficiente libertad de criterio para ver que también ellos son la derecha.
Se podrían deciar muchas cosas de todo lo que comentas y dicen los comentarios, porque es complejo eso de pensar en el estado del bienestar, el dominio capitalista y las soluciones, quizá utópicas. Es decir, es difícil saber qué se puede hacer. Seguro que muchos de nosotros hem discutido con nosotros mismos sobre si debemos «aceptar» el estado de bienestar, si hay de destruirlo todo, si de verdad es sólo un truco del capitalismo para controlar a los trabajadores… Yo llegué a la conclusión que, aun siendo un producto estructural, como es lógico, no se puede rechazar así como así, también hay que ser realista: aquello bueno que teníamos, no lo debemos perder. Quizá por eso la alianza que comentas al final del artículo sea la forma de superar el modelo actual. Porque, en realidad, yo veo que, aun si no queremos, la sociedad se forma por procesos históricos en base a lo existente, por tanto sí o sí el estado de bienestar será la plataforma de la futura sociedad. La izquierda debería orientar el proceso de cambio social hasta llegar a una sociedad que tenga más o menos los mismos principios que el estado de bienestar (que son muy decentes, otra cosa es que no se cumplan), pero en otro modelo que elimini las condiciones que impiden justamente que no se cumplan esos principios, y condicines son las de explotación capitalista y la fuerte dominación.
Aquí querría precisar algo: tengamos presente que en cualquier organización política, cualquier grupo de gente, se producen los procesos sociológicos normales de relación de grupos, entre los cuales se encuentra el liderazgo. No es algo político, es algo normal. Por eso, respecto aquello que coemntábais de dirigir al grupo como un rebaño, pues sí, se debería evitar si es algo político consciente que se aleja de transparencia democrática, pero a la vez es natural que pase.
Saludos y, por cierto, feliz año.
Samuel García Arencibia
diciembre 29, 2012
Hola, Extorix.
El resumen o el inventario porque a veces la fuerza del sistema, los medios, el pensamiento convencional… nos arrastra a una defensa de un Estado del Bienestar con el que habría que ser bastante más críticos y bastante menos defensores. El Estado del Bienestar del consenso socialdemócrata no daba a los occidentales una vida más segura que el Estado Recortándose del consenso neoliberal, por eso nuestro apego. Una sociedad más justa debería defender también el alimento, el vestido, el techo, la participación, la educación y la salud, PARA TODOS LOS PUEBLOS, GÉNEROS Y GENERACIONES EN SITUACIÓN DE LIBERTAD E IGUALDAD Y SEGURAMENTE DE OTRAS FORMAS NI ESTATALES NI MERCANTILES y no la garantía de esos derechos para los occidentales mientras dura el petróleo, con unas condiciones de explotación, acumulación y dominación evidentes, que poco cuestionan muchos de los que reclaman la defensa del Estado del Bienestar.
Salud.
Ectòrix
diciembre 29, 2012
En realidad, estoy de acuerdo contigo. A la hora de la verdad y de hacer acción política, quizá hay contradicciones, al menos yo las tengo. Pero lógicamente debemos articular nuestra posición para superar el estado tal y como está constituido y, sí, pensando para toda la humanidad, para superar los que actualmente rigen en el sistema y se sustentan gracias a la dominación, explotación y desposesión de los otros.
Se encuentra aquí también la discusión, quizá medio académica y medio filosófica, y de aquí aquellas contradicciones, sobre en qué forma se pueden articular y cómo pueden coexistir formas estatales con formas no estatales de organización social.