Pedir perdón es fácil

Posted on noviembre 29, 2012

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«Lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir…». Juan Carlos.

Ya ha transcurrido un año desde las elecciones generales y vamos camino del aniversario del gobierno del Partido Popular. En este año de gobierno los ataques peperos a los valores han venido por todos lados: recortes en la sanidad y en la educación públicas, creación de tasas en justicia para hacerla prohibitiva a las clases populares, reducción de la prestación y el subsidio del desempleo, rebajas en la financiación del sistema de atención a personas con dependencia, reforma laboral para abaratar el despido y reforzar la posición de la empresa en las relaciones laborales, eliminación de una paga extra de los funcionarios, violencia policial, indultos a policía condenada, ayudas a los bancos, planes de privatización preanunciados, gobierno sin sujeción al programa electoral, limpia en RTVE, mengua de la ayuda oficial al desarrollo, anunció de una ley del aborto prediluviana, … Al mismo tiempo se han mantenido las misma pasividades de siempre en cuestiones como la ley electoral, la convocatoria de referéndum, perseguir el fraude fiscal, política de infraestructuras, …

Con ese tratamiento de shock, con la pobre memoria histórica de la sociedad, con la acción constante de los muchos medios de comunicación proclives al PSOE, … hay una tendencia hacia la amnesia. En la sociedad donde el bipartidismo guarda los intereses de las clases que más ganan, en el bando se va asentando pacientemente la indulgencia.

Es un proceso lento, porque venimos de una legislatura en la que el PSOE también ejerció sin máscaras el papel de recortador sin compasión. Es un proceso anunciado desde su derrota estrepitosa el 20 de noviembre de 2011.

Es estos primeros tiempos procuran bajar su perfil de oposición, subiendo el tono de vez en cuando para no aparentar otorgamiento, ofreciendo pactos para simular la responsabilidad. En las grandes manifestaciones, como las de las huelgas generales, no aparecen en primera línea con las pancartas, sino de una forma más discreta para no irritar a quienes mantienen fresco el recuerdo de sus últimas agresiones y claro el diagnóstico de que son el poli bueno de la estrategia de control social del bipartidismo.

En las últimas semanas piden perdón por no haber actuado contra los desahucios, sacan documentos de falsa autocrítica, muestran de forma sibilina algunos sectores que quieren ser alternativa crítica (liderados por personalidades ensuciadas hasta el interior, como Carme Chacón o Tomás Gómez).

Lo último ha sido el bochornoso vídeo en el que unos militantes (ni González, ni Zapatero, ni Rubalcaba, ni Almunia, ni Solana) que nunca han roto un plato, pero tampoco han exigido a quienes han roto miles que los paguen, piden disculpas con los tópicos pobres que se manejan en ese mundo ideológico de socialismo que no sabe que es capitalismo que no sabe ni siquiera evitar formas capitalistas destructoras del estado del bienestar.

Últimamente no escribo mucho ni me entran muchas ganas. Desde luego, no hubiese dedicado una hora a escribir estas líneas sin valor si no fuese porque he visto algo positivo en este episodio.

He leído comentarios en diferentes medios donde supuestamente hay simpatizantes de ese partido hipócrita. Resulta alentador comprobar que en EL PAIS, PUBLICO, … la tónica general de los comentarios es de incredulidad, indignación, irritación, enfado, … Una noticia con elevado nivel de participación en comentarios y con un alto nivel de cabreo.

En el Youtube han aparecido cien mil visitantes. Da gusto leer los comentarios, porque abunda la memoria frente a la burda maniobra de manipular. 736 personas han dejado un voto negativo y 398 uno positivo. Descontando los votos de peperos en contra y de pesoístas a favor… encontramos a unas 400 personas que no tragan.

En la casa de Rubalcaba, en EL PAIS, 756 comentarios duros. En la casa de Chacón, en PÚBLICO, LA RAZÓN del PSOE, 334 comentarios hirientes.

En esos inventos de última hora de los de siempre (PRISAs y ex-MEDIAPROs) es donde se esconde el reducto de indulgencia. En EL HUFFINGTON POST y EL DIARIO.ES  conviven la crítica enojada con la justificación, la tolerancia, …

Sé que un mundo mejor no se construye por el hecho de que unos cientos de miles de personas o unos millones dejen de creerse los embelesos del prestidigitador, pues hace falta que esas personas asuman su responsabilidad en pensar y materializar ese mundo (lo que no es esperar a que la magia nos traiga una renta básica con la que vivir una vida descansada y segura, sino un esfuerzo para construir en un contratiempo variable un mundo en el que todas las personas y todos los pueblos quepan), pero estaremos más cerca si esa enorme energía retenida se libera y se pone en marcha, ojalá en el buen camino. El camino para llegar a una sociedad autónoma que es capaz de dirigirse con valores de progreso no es fácil ni corto, yo más bien pienso que es imposible, pero a veces se ven pequeñas luces iluminando la salida de la caverna.

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Posted in: Política