Hace tiempo escribí a sugerencia de mi atento lector Antonio una reflexión sobre mi planteamiento revisionista de la socialdemocracia. Hoy me invitó a hacer una reflexión sobre el decrecimiento. Igual que en la anterior ocasión, lo que iba a ser un comentario de respuesta se ha convertido en un texto largo que traslado a esta parte. Curiosamente ya habíamos pasado en febrero por este asunto. Como repetía Úrsula Iguarán, la «Historia no hace más que dar vueltas». Me dice.
Yo creo que mezclas mucho el problema del crecimiento con el problema de la DISTRIBUCION entre la población de ese crecimiento. Además, y por otro lado, la socialdemocracia avanzada (no sé si clásica o moderna) habla, teoriza y manifiesta evidencia empírica sobre crecimiento y desarrollo sostenible, sustentable, perdurable, etc. Sin embargo, los partidarios del decrecimiento, del que supongo que eres admirador y aludes, tienen pendiente la elaboración de demasiada argumentación teoría y, sobre todo, tienen una falta abrumadora de evidencia empírica para darles validez a día hoy. Yo he visto algo de su argumentación teórica (muy poca, lo admito) y me pareció muy, muy verde. No niego en absoluto que puedan conseguirla. Pero tienen que hacerlo. En economía, como en el resto de ciencias, no vale cualquier tesis . Y hay algunas que funden todo.
En mi opinión no se trata de una confusión entre crecimiento y reparto del crecimiento. Se trata de dos críticas diferentes: una crítica clara al reparto del crecimiento y otra igual de clara hacia el mismo crecimiento, por lo menos a una buena parte del crecimiento que hemos sido capaces de propulsar.
La socialdemocracia avanzada no resuelve satisfactoriamente ninguna de las dos cuestiones aunque haya alcanzado grandes logros en su su empeño. Los países escandinavos son los que más caridad practican (aquello del O,7% del PIB para los países del tercer mundo); se podría decir que pueden ser lo más igualitarios en el esquema de generosidad entre pueblos del rico occidental. Sin embargo, participa en los mecanismos de reparto injusto con los países empobrecidos (recomendable las viejas teorías de Samir Amín, recordable que Finlandia hace bien poco ha pedido mayores garantías a España para soltar el rescate (público) a los bancos españoles), que no se solventan con una compensación del 1%, igual que la desigualdad interna en una sociedad no se resolvería si a los grandes patrimonios, las grandes rentas y las grandes sociedades se les aplicase una contribución voluntaria de 1%. Explotación de mano de obra de sus multinacionales, posición de acreedores en la deuda del tercer mundo, comercio en términos injustos, multinacionales automovilísticas, …
Internamente, pueden haber alcanzado unos indicadores de igualdad muy elevados (decilas, Lorenz, Gini), pero no es suficiente. Recuerdo a modo de ejemplo que Amancio Ortega le ha quitado la silla al señor de Ikea como hombre más rico de Europa. Incluso con una progresividad fiscal muy potente o un sector público muy fuerte, son países de boyantes oligarquías familiares como la de la película Celebración de Thomas Vinterberg. Estos ejemplos a mí me dan idea de algún fallo de igualación.
Tampoco resuelve convenientemente el asunto de la contradicción entre economía y ecología. La huella ecológica de esos países es de las más elevadas del mundo, por más que luego respeten su territorio (lo que es más fácil si son unos pocos millones o si su modelo no se basa en el turismo de masas), sus aguas y sus costas estén más protegidas contra vertidos venenosos, gestionen mejor sus residuos, respeten el silencio y la paz, cuiden los bosques, no sean latinos a la hora de presumir de kilómetros de tren de alta velocidad, … Lo que seguramente es así, con otros datos como la importancia del petróleo en Noruega, del uranio en Suecia, de la industria automovilística. Pero el hecho de que su modelo sea más sostenible (e igualitario) no significa que el modelo de tanto coche, tanta carne, tanto viaje sea extensible a los 7 mil millones de personas.
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En mi opinión, el decrecimiento se formula más como una ética de evasión personal a la publicidad, a la moda, al crédito, a las marcas, a la envidia hacia los vecinos, a trabajar más horas extras para tener más rentas para comprar más y de marcas más prestigiosas, a la comida o al ocio basura, al individualismo, … que como un modelo económico. Sin embargo, en la medida que supone una enmienda a la totalidad del comportamiento rutinario capitalista-consumista implica también un ataque frontal a ese modelo; si se generalizase el modo alternativo de vida su fuerza podría arrastrar a otras instituciones de este modelo económico que se considera tan eficaz.
Además, choca contra el modelo ya no en el comportamiento personal sino en la misma sectorización de la producción: es una crítica a la industria armamentística, a las energía fósiles, a la publicidad que Galbraith criticaba en su Sociedad Opulenta, al transporte privado y la industria automovilística (que criticaban Gorz o Sacristán como bien de consumo incompatible con el socialismo), al turismo de obligación social (los decretos sociales de Stuart Mill) de hacer todos los años un viaje a Honolulu, infraestructuras faraónicas, … No hace falta señalar que si se reducen todos esos sectores el PIB se desmorona, decrece. Me resultaría difícil que alguien defendiese esos sectores tal y como se configuran en los países occidentales y en los escandinavos.
Para terminar con esto, no puedo dejar de referirme al modelo de crecimiento español que casi sólo encuentra su camino en la recepción constante de cincuenta millones de turistas y en el lanzamiento periódico de burbujas constructoras, endeudando en paralelo a los actores hasta el cuello, para que venga luego durante las crisis el Estado a salvar a los «demasiado grandes para caer» pisando a los pequeños que han caído. El modelo se completa con muchas infraestructuras públicas insostenibles en la sensatez. El caso del crecimiento español debería hacer pensar a los partidarios del crecimiento por lo menos en la posibilidad de que todos los tipos de crecimiento no son válidos, que es un punto de encuentro con quienes pensamos que algunos sectores de la actividad, o su sobredimensionamiento, de los países occidentales sobra.
En definitiva, el plan se opone a esa regla en la que estaríamos obligados a consumir más para animar la actividad productiva para crear empleo en el que todos tengamos unas rentas salariales (o capitalistas) para poder acceder al consumo. En el fondo parece tan absurda como la idea del neoliberalismo en el que desendeudarse se ha convertido en el objetivo nacional, pues, según el paradigma del PP y del PSOE, si nos desendeudamos nos volverán a financiar una nueva etapa de crecimiento (estúpido como el antecedente).
Pretende al contrario una economía más planificada por el estado o más autónoma de la sociedad civil donde las grandes corporaciones pierdan su poder de dominación, en la que se inviertan los términos y se garantice el acceso a los bienes y servicios básicos a toda la población, sobre todas las cosas.
Puede que tenga razón Antonio, cuando dice que es una propuesta poco teorizada y sin evidencia empírica . Sin embargo, tengo clarísimo que las propuestas muy trilladas y con décadas, siglos y milenios de experiencia no nos ha elevado mucho en la integración de personas, géneros, pueblos y generaciones. Termino con una frase de Silvio Rodríguez que viene muy bien al caso. Decía que él prefería hablar de cosas imposibles porque de lo posible ya se sabe demasiado.
Juan Carlos
julio 29, 2012
Hola Samuel, me alegro de que estés bien.
juan josé
julio 29, 2012
la evidencia empírica es que no se pueden comer billetes ni hormigón….el problema es la poca visión de un planeta flotando el espacio frío …de que no hay salida por ahora (durante unos cientos de años) de este planeta…simplemente la gente tiene una mente estrecha y una imaginación de superhéroes que les oculta la realidad…(no importa si destrozamos el planeta habrá siempre alguna nave o dios salvador que nos arregle los problemas)..el tema no es económico es tribal y por tanto se tiene que resolver de manera diferente…no ante la evidencia de ganancias y costes ocultos diseñados económicamente sino de vida , de comer , de vivir….ya digo los billetes no se comen ni el oro….
Luis
julio 30, 2012
Pero esa «economía más planificada» se ha de enfrentar con problemas reales. Esto es, si bien es cierto que en la socialdemocracia el sistema se estabiliza a través del salario-ya que es éste en teoría el que permite a las masas acceder al consumo el cual así mismo pone en funcionamiento la rueda de la economía-, no es menos cierto que, propugnar una vuelta a los modelos del pasado, se me antoja como una quimera imposible. El neoliberalismo aprovechó la inestabilidad de los sistemas económicos socilademócratas para propagarse. Recuérdese que, en la crisis del petróleo del 78, parecía venirse encima el fin del mundo. El sistema hacía aguas. Además, el modelo económico de crecimiento socialdemócrata requiere unos ínsumos energéticos y de materias primas que sólo pueden ser conseguidos en base a la explotación del Tercer mundo. Todavía está por mostrar evidencia empírica sobre cómo «creará empleo y riqueza» a partir de la tan cacareada industria verde. Ya pasó el tiempo del keynesianismo.
Por otra parte, las teorías decrecionistas, como sucede a buena parte de la izquierda, adolece de propuestas reales sobre cómo organizar una economía. En tanto que crítica ética es irreprochable, pero en cuanto teoría económica, ha de enfrentar problemas reales, y mostrar que los puede resolver mejor que el paradigma imperante-caótico-neoliberal- y que la rancia socialdemocracia. En realidad, no somos capaces ni de hacer eso. Debemos abandonar la proclama fácil y entrar en el terreno de las soluciones prácticas ya. ¿Cómo? Tenemos que organizar de nuevo todo un sistema económico. Que nadie piense que es tarea fácil.
Samuel García Arencibia
julio 30, 2012
Si los viejos modelos en su madurez eran contradictorios hasta lo desalmado, creo que podríamos darle a la adolescencia de este espíritu una mayor oportunidad.
Te agradezco que hayas identificado la apuesta por la planificación en el texto mejor que yo cuando lo escribía. Lo he corregido. Por ahora más que una planificación centralizada encontramos un movimiento espontáneo de la sociedad harta o excluída. Por ahora el autonomismo es mucho más importante que el dirigismo.
Acepto que la reflexión y la práctica están muy verdes, pero se hace camino al andar. La irreprochabilidad ética autoriza. Los pioneros quieren antes que nada cambiar sus vidas, no imponen modelos, más bien recogen excluídos.
hipos1
julio 30, 2012
Estimado Samuel. Por fin he visto un «banner» (enlace publicitario). Cosa que te preocupó bastante. ¿Por qué, si te lo pagaran? No es responsabilidad de tu página, blog. Salta al referenciar tu página a facebook.
Salud y ánimos.
Samuel García Arencibia
julio 30, 2012
Hola.
Gracias. Asumí que era la forma en que WordPress financia el servicio gratuito. No me cae bien, pero tampoco me abrumo.
Ánimos también para ti.
antonio
julio 30, 2012
oK, en tu entrada y en comentarios han surgido cuestiones variadas por doquier y algunas interantes.. Algunas apreciaciones. Al hablar de modelos de econòmia poitica, que es de lo que estamos hablando, yo suelo ir hacia el ‘resultado’ final del modelo, es decir, a que es lo que se le pide que consiga dicho modelo. Bien, yo solo le pido 2 cosas. 1. Crecimiento 2.- Reparto máximo de la capicidad de generacion ese crecimiento. Yo creo que es muy conveniente en modelos de economia social hacer esta especie de cuadro de mando de objetivos. Primero simpifica y esclarece el debate, evitando que se pierda en divagaciones no reales, no económica y mas de tipo filosofico, moral, etc.. y 2º hace más sencillo elegir el modelo real que los cumple.Y descarta otros que ni se le acercan. Yo entiendo que el 2º punto, el de la equidad, es el mas importane. Si los ciudadanos de un sociedad tienen parejas capacidades, el resto de problemas se minimizan y son secundarios, Incluido el mismo crecimiento. Para mi, claro, el modelo real que cumple esas 2 condiciones es el socialdemocrata avanzado. Centro-europa y nordicos, en la ‘treintena gloriosa’ del siglo pasado. Socialismo democratico, también es una definicion correcta. Indicies de Gini proximos al 0,25. Este indice de igualdad es un top en la historia ecomica. Muy dificil de igualar. Pretender que el modelo social, ademas de en la equidad, tambien se meta en custiones como si se viaja o no Honololu, y cuestiones individuales parecidas eso ya no es economia planificada. Es otra cosa. No deseable, para mi..Este modelo no es Keynesiano (depurado economista elitista que se dio cuenta que o se hacia economia para la mayoria social, o su clase TAMBIEN pereceria. Con la revolución rusa al fondo, desde luego.), No ha sido demasiado ecologico, cierto, pero es que la ecologica es un ‘ciencia nueva’, de apenas algunas decadas, Igual de nueva que la confirmacion del bosón de Higgis. Y antes no estaba confirmado. Bien, yo no creo en superheroes humanos, y el planta pude palmar cualquier dia. Pero tambien es cierto, que el hombre conquistara la galaxia, y, hoy, es incapaz de defendese de tsunasmis, terremotros, glaciaciones, etc..Si no se crece no se como se defenderia de un planeta hogar y al mismo tiempo todavía cruel e incontrolado.No es un modelo el socialdemocrata avanzado, rancio, ya que de hecho, en la mayoria de paises occidentales (y resto del planeta) ni se ha llegado aplicar. España ni lo ha olido.Y su cierta y real inestabilidad a partir de los ochenta viene más provocada por la caida de la variante ‘fuerte’, salvaje, y mal enfocada del socialismo de estado que por la crisis derivada del un insumo global como era/es el petroleo, insumo en situación de monopolio destabilizador permanente. El noliberalimso se ha desatado, a mi entender, sencilamente por la perdida de miedo de nuestras oligarquias al imperio de la dictardura del proletariado y sus partidos afines en occidente.Hasta finales de los setenta, las elites occidentales hiceron todo lo posible y más por satisfacer a las clases medias y populares. Despues no. Existen series de datos economicos que demuestran esto. Socialdemcracia avanzada, socialismo democratico, no es más que un paso más en un viaje hacía una economia publica, cooperativa y no competitiva. La Democracioa Economica de D. Schweickart, es probable que se el siguiente paso, en mi opinion. Tu post mezcla,otra vez, muchas cosas , para debatir con más tiempo,y yo termino aqui. Saludos,
antonio
julio 30, 2012
N.B. El corrector es un desastre y mi habilidad muy escasa.
Juan L. Pérez
agosto 3, 2012
FBN y FBI. No, no son agencias norteamericanas. Son los índices de Felicidad Bruta Nacional y Felicidad Bruta Interna. El PIB les importa un pimiento. Las decisiones políticas se toman en base a la estabilidad psicológica de los habitantes del país. Y no es una utopía. Se podría decir que para el 2020 serán 100% ecológicos y disfrutarán de la plena autosuficiencia alimentaria.
Les dejo un enlace como dato empírico: http://www.bhutan.gov.bt/
Saludos.
Samuel García Arencibia
agosto 4, 2012
¿Sabes?. Ya los utilitaristas del siglo XIX (Bentham) hablaban con insistencia de la felicidad común. Cuando lo estudiaba recuerdo que yo filosofaba en la necesidad de sustituir el PIB por esos conceptos como los que planteas.
Juan L. Pérez
agosto 5, 2012
No conozco al autor que referencias, Gracias por el dato, leeré acerca de éso.